14 septiembre 2010

Algo huele mal en Tablada

CRISIS EN CENTRAL CÓRDOBA
Agrupaciones charrúas
revelan irregularidades
Integrantes de diversos grupos opositores pidieron a Fiscalía
de Estado que se investigue la actual gestión de Jorge Cornú

(Por Verónica Farías, Germán Marínez y Juan Manuel Speerli) El Club Atlético Central Córdoba está atravesando uno de los peores momentos de su rica historia. En materia deportiva acaba de descender a la Primera división C (la cuarta categoría del fútbol argentino), e intenta recomponerse del golpe con un plantel absolutamente renovado. Pero a su vez en el ámbito institucional el panorama no es el mejor. Las Agrupaciones 20 de Octubre, liderada por el ex presidente Eugenio Gallo entre los años 1982 y 1983, Movimiento Azul de Recuperación Charrúa (Marcha), orientada por el también ex presidente Ricardo Méndez, y Nuevo Espacio Charrúa (Nech), conducido por Rodolfo Anesini, presentaron ante la Delegación Rosario de Fiscalía de Estado un petitorio para que se investigue la institución. La oposición denunció irregularidades en la presentación de balances, en la actualización de socios, en el incumplimiento del estatuto, el éxodo de jugadores en calidad de libres y, sobre todo, dio claras muestras de que Central Córdoba necesita un cambio de rumbo. Ahora será la justicia la encargada de dar respuestas a estos interrogantes.

“No pedimos la intervención de Central Córdoba. Simplemente solicitamos que se investigue todo, porque hemos encontrado irregularidades en el manejo del club”, indicó el ex presidente del Charrúa entre 1986 y 1991, Ricardo Méndez. Está claro que el camino elegido por la actual Comisión Directiva, encabezada por el presidente Jorge Enrique Cornú, generó disidencias en las arcas de la oposición.
Según Méndez “el club se achicó a unos pocos directivos que no se preocupan por realzar las finanzas del club y no le dan participación a la masa societaria”. A su vez, agregó con indignación que “el actual presidente no conoce nada de fútbol y pretende manejar la institución como un almacén”. Además explicó que Central Córdoba también descendió por la desidia para manejar las divisiones inferiores. A propósito, cabe destacar que las intermedias del club de Tablada se encuentran en las últimas posiciones de la tabla general de la divisional A1 de la Liga Rosarina. Sin dudas un dato no menor para comprender la realidad de la cantera charrúa.
A pesar de las críticas, Jorge Cornú dio su opinión sobre la situación de las inferiores: “Desde que nosotros asumimos (NdR: diciembre de 2009) tomamos la decisión de cambiar la estructura. Tuvimos que cambiar muchos coordinadores porque eran inconsistentes ante nuestra gestión y se habían diezmado las inferiores. Por lo tanto consideramos que se está realizando un trabajo serio”. Mientas tanto, las agrupaciones opositoras insistieron en que muchos chicos y algunos jugadores del plantel de Primera dejaron la institución en calidad de libres con el fin de no ingresar en los balances el dinero obtenido por la venta de esos futbolistas. “Un caso extraño es el que involucra al actual vicepresidente Carlos Comi (NdR: diputado nacional por el ARI y postulante a gobernador de Santa Fe por el mismo partido), quien se llevó a varios jugadores, entre ellos a su hijo, a Rosario Central, club del cual es hincha”, alegó Cristina Bracamonte, socia vitalicia del Charrúa. Sobre el tema, el escribano Cornú dijo que se trata sólo de un tema de finalización de contratos en los profesionales, mientras que no dio detalles sobre los juveniles.
Otra cuestión importante para entender el presente institucional del club de Tablada tiene que ver con las elecciones. La última vez que se llevaron a cabo con la presentación de dos listas fue en 1986 cuando ganó Ricardo Méndez. “La Comisión actual se perpetuó en el poder. El ex presidente Carlos María Vitta abandonó su puesto, mientras que el resto de los miembros se reacomodaron en los diferentes cargos”, declaró Lisandro Méndez, socio del club, abogado e hijo de Ricardo, quien aseguró que el presidente en funciones era el vicepresidente de la conducción liderada por Vitta y por lo tanto no puede desconocer la gestión anterior. Esto viene a colación de que en sus declaraciones, el presidente Cornú exteriorizó las críticas hacia la pasada gestión de la cual fue partícipe. “Lamentablemente la experiencia con ese profesional del ámbito del periodismo (NdR: Cecilio Flematti, ex gerenciador del fútbol del club) no fue buena, porque usó las ilusiones de aquel presidente y provocó un daño económico importante a través de una sponsorización ofrecida y nunca consolidada”, explicó el mandamás del club.
Otra de las denuncias realizadas por la oposición tiene que ver con el incumplimiento del estatuto. “Hay personas de la CD que son empleadas del club, algo que está prohibido”, manifestó Ricardo Méndez. Según el Artículo 21, correspondiente a los Derechos de los Socios, “los asociados empleados del Club no podrán ocupar cargos electivos, ni podrán ejercer el derecho al voto mientras dure la relación de dependencia para con la Institución”. Inclusive dio más detalles sobre otra cuestión de índole similar: “A un vocal titular lo designaron secretario técnico y goza de sueldo”. El Artículo 56 que se refiere a la Comisión Directiva especifica que “cuando dentro de la CD se produjera una vacante, excepción hecha por la Presidencia, dicha vacante será integrada por el suplente que haya obtenido mayor número de votos en la Asamblea (…)”.
El dilema de la participación de socios fue otro de los temas que generaron disconformidad en las agrupaciones. “El padrón es una vergüenza. En el listado hay un montón de vitalicios fallecidos, pero el más raro es el caso del padre del presidente”, se quejó Lisandro Méndez. Este concepto se contrapone a la opinión de Cornú, quien afirmó que el padrón está depurado. “Quizás no realizamos una renovación de padrones acorde, pero de todas maneras se hizo con avales de intervención de persona jurídica como correspondía”, aclaró.
La presentación hecha por las agrupaciones opositoras ante Fiscalía de Estado abrió un abanico de situaciones posibles en un futuro. La justicia puede considerar que la gestión actual no muestra irregularidades como a su vez puede razonar que lo denunciado merece una investigación profunda de la corriente gestión y de lo ocurrido en los últimos mandatos. Pero lo que no se puede colocar debajo de la alfombra es la actualidad de un club que supo escribir con creces parte de la rica historia del fútbol rosarino. Las inferiores deambulan en la Liga Rosarina con destino incierto, la sede social no parece estar en las mejores condiciones, el equipo de Primera división comienza a levantarse luego de un mal arranque en la C, el Gabino Sosa ya no luce como antes. Son muchos los entresijos que imperan en Central Córdoba. Es momento de abrirle la puerta a la construcción desinteresada. Todo el pueblo charrúa lo espera con ansias.