14 septiembre 2010

La efímera ilusión que los Mascherano despertaron en Villa

Una estadía pasajera
con huellas indelebles
A un año del breve paso de la familia Mascherano por el club
Ribera del Paraná aún se escuchan voces en busca de la verdad

(Por Bruno Bedetti y Romina Paiz) En un marco en donde el fútbol del club Ribera del Paraná trata de crecer lentamente luego de haber estado desaparecido por casi cinco años de las canchas santafesinas, en los próximos días se cumplirá el primer aniversario del controversial, latente y jamás aclarado caso que vinculó a la institución con el padre y el hermano del jugador de la selección nacional Javier Mascherano. La propuesta del director técnico de aquellos entonces, Sergio Striker, y la posterior asunción de Oscar Mascherano, padre de la flamante incorporación del Barcelona, como manager del fútbol del club el 20 de septiembre del 2009 en compañía de su otro hijo Sebastián, ilusionaron a medio Villa Constitución. Las expectativas en Ribera del Paraná cambiaron completamente con su incorporación junto a la importante promesa de un proyecto con vistas a futuro.

“Los Mascherano llegaron de la mano de Striker. La amistad que los unía fue el motivo por el que se decidieron a venir al club”, remarcó Alberto Coffler, uno de los dirigentes que por entonces manejaban los hilos de Ribera. A lo que agregó: “Supuestamente la idea era que actuara principalmente como manager futbolístico”.
Por esto, Coffler aclaró que la propuesta del director técnico de acercar a Mascherano al club en un principio le pareció buena porque Ribera estaba muy mal económicamente y necesitaba ayuda de alguna manera para poder seguir adelante. “Nos prometieron que iban a incorporar jugadores, invertir en arreglos estructurales que necesitaba el estadio y que se iba a hacer cargo de los suelos que nosotros no estábamos en condiciones de pagar”, comentó.
Pero no resultó ser lo que se esperó en un primer momento debido a que todas las expectativas creadas con su llegada se desvanecieron rápidamente. “Lo cierto es que no tenían visión dirigencial –recalcó Coffler–. En el mes y medio que estuvieron acá jamás se acercaron a la mesa directiva”. A lo que el ex dirigente añadió: “Nunca se preocuparon en averiguar dónde teníamos problemas. Lo único que hicieron fue traer jugadores de su ciudad amigos de Javier Mascherano”.
Justamente con respecto a los jugadores que arribaron al club de la mano del padre del jugador de Barcelona, uno de ellos, Fernando Hoschtrasser, enfatizó: “Es una payasada que se diga algo así porque nosotros conocemos a Mascherano por el simple hecho de que San Lorenzo es una ciudad chica. Él me vino a buscar para ir a Ribera y yo simplemente acepté”.
Además, Hoschtrasser se refirió al alejamiento de los Mascherano de Ribera. “Me sorprendió que haya sido tan rápida porque, si bien habían problemas futbolísticos y entre Striker y la barra brava, todo se podría haber solucionado con un cambio de cuerpo técnico”, comentó. Por lo que agregó: “La continuidad de los Mascherano no tendría que haber tenido nada que ver con la salida de Striker porque si uno trabaja con seriedad los proyectos se tienen que finalizar”.
“Más que un manager parecía un ayudante de Striker –continuó Coffler en referencia a Oscar Mascherano–. Salía a la cancha como si fuera parte del cuerpo técnico, se volvía loco dando indicaciones y nada más”. “Su hijo (por Sebastián) era un tema aparte. Aparecía en los partidos y hacía facha un rato en la tribuna”.
“Desde que se fueron los Mascherano y viendo cómo lo hicieron no quedamos bien parados acá. La gente tiene en la cabeza que vinimos por conveniencia y no por nuestras virtudes como jugadores”, resaltó el jugador de Ribera.
Por otro lado, uno de los supuestos motivos centrales del alejamiento de Striker de la dirección técnica y consigo la de los Mascherano fue el grave inconveniente que tuvo con la barra brava del club. Tras una práctica, el entrenador fue tomado por sorpresa por un grupo perteneciente a la barra brava y lo golpearon. “Fue un hecho totalmente repudiable. Por más mala campaña que haya estado haciendo el equipo no tiene justificación alguna lo que le hicieron”, enfatizó Coffler.
No sólo el hecho cayó hondo en el director técnico sino que también en los jugadores incorporados. “Después de lo que le pasó a Striker los jugadores que llegamos de su mano ya nos sentimos sin protección. Nos queremos quedar acá, pero en estas condiciones la verdad no sé si es conveniente que sigamos”, remarcó Hoschtrasser debido a que a fin de año terminan su contrato con el club.
Uno de los integrantes de la barra brava y que estuvo en el encontronazo con Striker fue Marcos “La Chancha” Franchi. “Se sumaron muchas cosas. Nosotros tuvimos nuestros motivos que no voy a decir, pero habían muchos problemas desde hacía tiempo con él”, trató de explicar.
Muchas son las conclusiones que pueden sacarse al respecto. Muchas las opiniones que pueden darse ante un acontecimiento si una justa explicación. “La realidad mostró que a los Mascherano no les interesó para nada el club. El padre venía a hacerse el técnico a los gritos y el hermano a pasearse por las tribunas”, juzgó Coffler. A lo que agregó: “Se metieron en el club más como un pasatiempo que otra cosa”.
“Además los problemas que hubieron entre la barra brava y el entrenador hicieron que la situación se tornase insostenible. En ese aspecto es lógico que Striker haya dicho ‘hasta acá llegué’ y los Mascherano se fueran con él”, añadió el ex dirigente de la institución.
Franchi no calló al respecto y enfatizó que el director técnico fue responsable de la partida de los Mascherano de Ribera. “Era obvio lo que terminó pasando. Tarde o temprano se iban a terminar yendo de la mano los tres porque el equipo nunca anduvo bien y siempre tuvo problemas con nosotros”.
A esto Striker respondió: “Los motivos por los que me fui los di en su momento y a la persona que tenía que dársela”. Además, en cuanto a la salida de los Mascherano resaltó: “Fue lógico que se fueran porque fui yo quien los trajo. No se iban a quedar en un lugar en el que no estaban cómodos”.
Entre tantos puntos de vista tan disímiles, el ex dirigente de Ribera fue mucho más allá de los posibles motivos y fue concluyente: “No fue más que una gran frustración para todos nosotros. No esperábamos algo así”.
Fueron diversos los factores que llevaron a los protagonistas a un pronto final de ciclo que muy pocos esperaban. Las miradas van desde un simple capricho de los Mascherano, pasando por sus habilidades como manager hasta el trascendental conflicto que existió entre la barra brava y el director técnico que culminó en violencia. Lo cierto es que lejos se está de esclarecer la salida y por lo pronto más aún si los principales responsables evitan brindar su opinión al respecto. Como Germán Giacomino, por entonces presidente de Ribera y actual candidato a intendente de Villa Constitución.