27 septiembre 2010

Una disciplina que busca renacer

ROSARIO, ORGULLO EN PÁDEL
La ciudad tiene muchos
jóvenes de alto nivel
Los jugadores de pádel se están destacando en los regionales
y nacionales. Además se lucha para que sea un deporte popular

(Por Federico Boiocchi) El pádel es un deporte que con el tiempo fue perdiendo auge. Algunas personas no lo conocen y la mayoría no tienen ni idea de lo importante que es para los que lo juegan y de la magnitud que está tomando con el correr de los últimos años. En los 90 fue el furor de este deporte y luego perdió terreno, hoy en día está tratando de resurgir de a poco, por lo menos en Rosario. Se juegan torneos todas las semanas y la ciudad, junto con Buenos Aires, se destaca por sobre el resto. Lamentablemente este crecimiento se ve muchas veces limitado por el tema económico y la falta de sponsors.

La Asociación Santafesina de Pádel (ASP) es la que nuclea todos los torneos, a partir de los puntos que brindan las competencias se puede llegar a jugar regionales y nacionales de la Federación Argentina de Pádel (FAP). Se realizan cuatro torneos al año y un máster, cada uno brinda puntos y a partir de ahí se sacan los ocho mejores dobles, que jugarán el máster y definirán la mejor pareja del año. Esto se hace con categorías libres, damas, veteranos y menores.
Roque Giordano fue jugador, profesor y hoy se encarga de la organización de torneos en Lavalle Pádel, un lugar con cinco canchas dedicado a promover esta disciplina. Por este sitio (ubicado en Lavalle 1546) pasan gran cantidad de chicos a tomar clases y a disfrutar de este deporte, algunos lo hacen sólo por diversión pero otros pueden llegar a ser promesa. “Hay un chico llamado Nicolás Zucchi que se está destacando y que hace poco toma clases, pero por tener 11 años demostró buen nivel, creo que puede llegar a tener un futuro en lo que es el profesionalismo, pero de todas maneras en Argentina es prácticamente un deporte amateur”, afirmó Giordano.
Además comentó que para que este joven se mantenga en progreso hay que “tratar de no presionarlo, que lo disfrute y que haga lo que quiera a partir de su perfil como jugador, también que se lo deberá trabajar como un proyecto de deportista y no como uno ya realizado”.
El experimentado encargado hizo un análisis de la actualidad del pádel: “Está en una etapa de auge, hace un par de años que con la reestructuración de la ASP se llegó a un convenio con toda la gente que trabaja del pádel, para que empiece a dar sus frutos. Se ha abierto una nueva convocatoria para las personas que estaban alejadas del ambiente y para propulsar un poco el pádel en los menores. La gente respondió al llamado y desde hace ya un tiempo se puede ver visiblemente un cambio en lo que es el deporte en sí”.
Por su lado Emiliano Cueva, de 20 años, es un gran jugador de pádel, se desempeña hace cuatro años de manera oficial (en la actualidad jugando en Segunda y Tercera) y también brindó su punto de vista acerca del pádel de hoy: “En Rosario el nivel es muy bueno en todas las categorías, aunque siempre hay pocos jugadores en las más altas y muchos en las bajas. Dentro de Argentina el mejor nivel está acá y en Buenos Aires”.
Cueva ha jugado todo tipo de torneos y además es profesor dentro de Lavalle Pádel, realmente es un todo terreno. “Los más importantes son los dos nacionales que gané, el de libre en cuarta fue hace tres años en Mar del Plata y el de menores lo conseguí hace un año en Victoria, fue categoría Sub 20 única. También gané locales y regionales en Pergamino y San Nicolás, justamente el domingo gané uno ahí, me ha ido bien en casi todos los lugares”.
Una de las causas por las que el pádel dejó de ser un deporte popular es que se complica lo económico para aquellos jugadores que deben viajar por las distintas localidades y además tienen que pagar una inscripción para los torneos. Acerca de esto Giordano manifestó: “No hay una estructura profesional que pueda llegar a brindar buenos premios y que sea redituable para el jugador, todos sin excepción pagan su cuota de inscripción de 50 o 60 pesos y no hay una estrategia como para poder llevar adelante algunos premios en efectivo”. Además agregó: “Creo que este es un deporte bastante solidario y lo que a un jugador le falta, seguro a otro le va a sobrar y se lo va a brindar. Es complicado para el que tiene escasos recursos tomar clases periódicamente”.
Emiliano Cueva lamentablemente no puede avanzar de nivel por el tema económico, no puede asistir a los torneos de Primera que se hacen en Buenos Aires y la única ventaja que tiene es una marca que le da paletas cuando él necesita. Los viajes constantes, la exigencia de tiempo disponible y los pocos privilegios que tiene el deportista son un golpe a su bolsillo. El jugador comentó que si no fuera por el apoyo monetario que recibe de su familia y por lo que gana dando clases, no podría hoy estar en el lugar que ocupa, igualmente se ilusiona con poder despegar un día. “Ascendiendo a un nivel de Primera categoría y dando clases más seguido podría vivir de este deporte, y más si me fuera a España”, admitió.
Haciendo una reflexión de lo que fue este deporte y de lo que es hoy, el encargado de Lavalle mencionó que “hay una gran diferencia de lo que fue el éxito de principios de los 90 y este momento, que todo tiene que ver en cómo pueden llegar las asociaciones a tener un dinero suficiente a partir de los sponsor, para poder retribuirle al jugador todo lo que él le da y necesita, a partir de los premios”. También explicó que una de las causas fue que “el pádel entró en un pozo porque la prensa no invirtió tiempo al no ser un deporte redituable y cada vez perdió más conocimiento el público en general sobre la disciplina”.
Habiendo empezado de muy chiquito y jugando torneos continuamente, Cueva también pudo realizar un análisis sobre el antes y después del pádel. “Ahora el pádel cambió mucho en el tema de paletas. Hay más marcas ahora, más evolucionadas y sofisticadas, con material de goma eva, y además se juega en un nivel más rápido. Cuando yo era más chico el pádel estaba recién empezando a retomar un poco de popularidad, ahora se está asentando”.
Sin dudas se trata de dos personas que han estado toda su vida involucradas al deporte de la paleta, y que lo seguirán estando porque sienten un cariño especial por este pasatiempo. El pádel ha cambiado mucho con el correr de los años, ha tenido su época de gloria y sus frustraciones, pero hoy en día de a poco está resurgiendo y ojalá pueda asentarse para siempre.