06 septiembre 2010

Vocación de Puma

UNA HISTORIA DE ESFUERZO
El rugby y un ejemplo
de pasión y sacrificio
Franco Ceccarelli integra el seleccionado de Rosario y juega
para Uni. La historia de un jugador que da todo por el deporte

(Por Gonzalo Carrillo) Toda vida dedicada a un deporte requiere una gran cuota de esfuerzo. Y más si hacia ese deporte se siente una pasión muy difícil de explicar y entender por los demás. Nada se consigue sin sacrificio. Esa es la frase que mejor le quedaría a la historia de Franco Ceccarelli, jugador de rugby en el equipo M-19 del club Universitario.

 Comenzó a practicar el deporte de casualidad, a los 10 años, cuando un amigo lo invitó a ese club de la ciudad para empezar a jugar. Con el tiempo, Ceccarelli se entusiasmó con el rugby y le empezó a dedicar cada vez más tiempo. Tanto esfuerzo dio sus frutos este año, ya que fue convocado para integrar el plantel del seleccionado de Rosario.
 Hoy en día, con 19 años, entrena para su club y el seleccionado, pero además debe repartir su tiempo entre el trabajo y su familia. Un ritmo de vida muy agitado, que sólo puede llevar a cabo debido a la gran pasión que siente por el rugby.
 - ¿Cuánto tiempo le dedicás al entrenamiento?
 - Entreno de lunes a viernes. Lunes, miércoles y viernes con el seleccionado. Jueves y martes para Universitario. En los dos siempre entreno entre 3 y 4 horas por día, porque primero hacemos una parte física y después una táctica.
 - Con tanto tiempo dedicado al rugby, ¿no se te complicaron las cosas con el estudio?
 - Sí, se complicaba con el estudio. A veces tenía que estudiar y rajar para el club. Pero ahora empecé a laburar y se complica con eso también.
 - ¿De qué trabajás?
 - Estoy trabajando en una empresa que hace estampas para ropa.
 - ¿Tuviste que empezar a trabajar por necesidad?
 - No, no. Arranqué porque me cansé de pedir plata a mis viejos.
 - Debe ser complicado trabajar y después entrenar.
 - Sí. Además hay que contar también las horas de gimnasio.
 - ¿Y cuánto tiempo vas?
 - Al gimnasio voy todos los días una hora y media. Es muy importante porque si no lo hacés estas más propenso a lesionarte.
 - ¿Y con tu familia se complica? Porque con todo lo que hacés casi que ni la ves.
 - Y sí bastante. Casi que ni estoy en mi casa. Laburo, voy al gimnasio, entreno y después a mi casa llego muerto, liquidado. Pero bueno por ahora lo llevo bien. Es hasta que me acostumbre.
 Pero en sus comienzos en la práctica deportiva, no todo se trató de la ovalada para Ceccarelli. En su infancia, y tal vez como todo niño en este país, incursionó en el deporte más popular de la Argentina: el fútbol. Sin embargo, el juego no lo convenció y decidió dejarlo. El jugador marca las diferencias más importantes con el rugby y en que puesto inició su carrera en el deporte.
 - ¿Qué es lo que no te gustó del fútbol?
 - No me gustaba porque no tenía tanto contacto como si lo tiene el rugby. Además era medio bruto para el fútbol. De chico tenía adentro algo de jugador de rugby.
 - ¿Y por qué sí seguiste jugando al rugby?
 -Seguí porque me di cuenta que me gustaban los golpes, me gustaba lo bruto, el contacto físico. Y como me empezó a gustar mucho todo eso decidí seguir entrenando. Después le agarré el ritmo y me di cuenta que no es sólo golpes, es más complejo.
 - ¿Y en qué posición empezaste jugando?
 - Había empezado de centro, pero ahora estoy jugando de ala. Alterné mucho esas posiciones pero ahora juego de ala. Me gusta más esa posición porque tenés que tacklear más, entras más en lo que es el contacto físico, el quilombo. La otra posición es más para recuperar la pelota, no tenés que entrar tanto en el jugo físico.
 En junio de este año, Ceccarelli fue convocado para integrar el seleccionado de rugby de Rosario, lugar por el cual muchos rugbiers pelean año tras año. El próximo mes, el plantel iniciará los trabajos para el Campeonato Argentino que se jugará en noviembre.
 - ¿Era una meta para vos llegar al seleccionado?
 - Sí, porque el año pasado estuve cerca de entrar pero quedé afuera. Así que este año me maté para llegar.
 - ¿Y cómo te sentiste al ser convocado?
 - Me puso muy contento. Fue un envión, una motivación para seguir entrenando después de haber hecho un gran esfuerzo.
 - Después de lograr integrar el seleccionado de Rosario, ¿tenés alguna nueva meta?
 - Por ahora jugar el campeonato argentino. Prepararme lo mejor posible para ese torneo. Tratar de llegar bien para integrar la lista fija y ganarme un puesto como titular.
 A pesar del buen presente que atraviesa, Ceccarelli también se da un lugar para pensar en el futuro, para soñar con seguir escalando alto en el duro camino de este deporte, que sin dudas requiere de una gran dedicación.
 - ¿Soñás con una chance en los Pumas?
 - Sí, me encantaría. Siempre tengo esa meta, pero hay que ir tranquilo. Creo que puedo llegar pero es difícil porque hay muchos jugadores. Estar en el seleccionado de Rosario te abre muchas puertas porque mucha gente importante va a mirar.
 - ¿Y llegar a jugar en Europa?
 - Sí, ese también es un sueño. En el club ya hay varios que se fueron a Italia y Australia. La verdad que no es tan difícil, con que conozcas a una persona que te haga contacto te acomoda. Como el rugby acá es amateur, no es pago, se van afuera si o si. Acá no es como el fútbol, se juega por la camiseta, por al amor al club más que otra cosa.
 - ¿Cómo te ves en el futuro?
 - Primero ver que pasa con el seleccionado, de ahí ver si pego algo para ir afuera, o seguir. Como te dije el seleccionado te abre muchas puertas. Mucha gente importante va a mirar y, aunque suene muy egoísta, tenés que tratar de mostrarte, de lucirte vos. Pero bueno todo es cuestión de esfuerzo y estar en el seleccionado fue un primer paso para tratar de lograr más cosas.
 Como remarca en cada frase suya, para Ceccarelli todo depende del esfuerzo. No es por nada que le dedica gran parte de su vida al deporte que lleva en la piel. Trabajo, gimnasio, entrenamientos y apenas algo de tiempo a su familia es en lo que consiste la rutina de este joven. Pero que, a pesar de lo estresante que pude sonar, lo hace sin pensar debido a la pasión que siente por el rugby. Así es como lo define él mismo.