18 octubre 2010

Aeromodelismo: pasión a escala

Volar un avión miniatura
es muy diferente a
pilotear un avión real

(Por Federico Gonzalez Angelastro) Rosario es una ciudad llena de cosas para hacer cuando la gente se distiende durante sábado y domingo de sus agitadas semanas. Desde pasear al costado del río Paraná a ir a una cancha de fútbol. Sin embargo, mucha gente elige opciones alternativas, fieles a sus gustos personales o hobbies. Este es el caso de Federico Hernán Valle, quien desde muy chico inclinó su pasión personal en el aeromodelismo. El explica que la actividad arrancó desde muy pequeño por una motivación que provenía por parte de su padre, quien también lo hizo desde pibe.

 Con el paso de los años Federico comenzó a engancharse con el hobbie, yendo a los aeroclubes, a los encuentros y de a poco comenzó a disfrutar la actividad.
El aeromodelismo creció bastante en Rosario. De haber solamente un aeroclub que se dedicaba a esta actividad, allá por los años setenta, hoy ya son tres: la aún vigente Agrupación Rosarina Aeromodelista (ARA), en la cual Valle es socio fundador de la misma, el Club Aeromodelismo Rosario (CAR), que está localizado cerca de Funes, y la Agrupación Rosarina Automodelista, que se encuentra al lado del autódromo.
El aeroclub del ARA está ubicado en la salida de Rosario, entre Villa Gobernador Gálvez y Pueblo Esther. Ahí, los socios del club van todos los fines de semana a pasar el día con amigos y, obviamente, hacer volar sus avioncitos a escala. Sobre esta pasión Federico explicó: “Lo mío es más que nada hobbie, distenderme, pasar el tiempo en familia y pasar el día al aire libre”.
Por otro lado, es casi innecesario manifestar que esta actividad es muy diferente a volar un avión en serio, sobre esto Valle dijo que “a pesar de ser totalmente distinto, lo bueno es que al ser aeromodelismo, uno puede hacer un avión réplica al real en miniatura y ver volarlo desde afuera, cosa que nunca podrías hacer con uno real”. “Son dos sensaciones totalmente distintas, vos por un lado podés hacer lo que quieras con el avión, tomando cualquier riesgo sin correr peligro tu vida, y en la otra tenés que tomar un vuelo lineal, volando arriba y sin poder hacer cualquier locura”, manifestó.
Sin embargo, la búsqueda de alcanzar la similitud de un vuelvo real siempre se hace presente, es por eso que algunos aeromodelistas han desarrollado lo que se llama FPV, First Personal View (Vista en Primera Persona). “Este es un dispositivo que actualmente lo usa mucho la fuerza aérea en aquellos aviones que no son tripulados. Se ubica una cámara en la punta del modelo y desde el piso uno sigue el vuelo con una notebook. Tenés todos los parámetros de visión de un avión de verdad y lo único que te falta es la sensación real de vuelo”, explicó detalladamente. Esa posibilidad que brinda el FPV es explotada económicamente por algunos para realizar capturas del video, extrayendo fotos del mismo, y luego son compradas por quienes tienen campos o inmobiliarias.
A pesar de que en la ciudad solamente hay tres clubes que se dedican al aeromodelismo, en el resto del país también es una actividad muy explotada. En Buenos Aires, por ejemplo, la magnitud de la misma es mucho mayor. Trazando un paralelismo, Valle mencionó que acá ellos tendrán unos 140 socios, muy poco si se compara con cualquiera de los seis clubes de aquella ciudad, porque arrancan desde los 400 miembros. “El club más grande del país es el Club Aeromodelismo Newbery y tiene mucha cantidad de socios, motivo por el cual se turnan a volar de lunes a domingo. Martes vuelan los helicópteros, miércoles las turbinas, y jueves algún otro, por ejemplo”.
Valle es además uno de los encargados de la organización de eventos en el club donde está, realizando encuentros interclubes, llamando a las otras instituciones de Rosario y la zona para distintos encuentros. “Justamente este sábado 23 hay uno muy gracioso que se llama Cuidado con el Huevo, el cual consiste en llevar un huevo de gallina en una copa ubicada sobre el avión sin que el mismo se caiga. Algo muy complicado pero muy divertido a la vez, donde la gente se engancha mucho”, contó entre risas.
El socio fundador del ARA se tomó el tiempo de invitar a todo aquel que se quiera acercar a ver los eventos del club y dijo que puede realizarlo los sábados a partir de las 14. Ingresando a través del sitio www.ara-web.com.ar se puede encontrar el mapa de cómo llegar al club, lo cual es muy fácil. “Si la gente quiere y le gusta la actividad se puede asociar, este es un club bastante abierto donde la cuota societaria es de 50 pesos mensuales y la inscripción tiene un valor de mil pesos, los cuales tienen comodidades de pago. Igual para ir a ver o empezar para luego darse cuenta si es lo que te apasiona no te cobran”, manifestó. Para culminar lo que respecta a los costos Valle explicó que con unos mil pesos ya se puede tener un avión listo para volar y que, luego, el mantenimiento del mismo es muy económico porque cualquier rotura es muy fácil de arreglar, entonces lo que se necesita es el combustible, que no es para nada caro.
Definitivamente el aeromodelismo suena como una actividad entretenida, diferente, donde la vida del club deja muchos amigos y, a la vez, muchas horas de diversión en el aire.