04 octubre 2010

Desde Neuquén a las pistas argentinas

Una ilusión que crece
a máxima velocidad

A su corta edad el piloto neuquino atraviesa su mejor momento
en el mundo que siempre soñó: el de las tuercas y los motores

(Por Florencia Salvucci) Camilo Echevarría es uno de los pilotos más representativos del automovilismo argentino y con tan solo 19 años parece tenerlas todas: un jugoso pasado que relata sus inicios con creces, un presente a toda marcha en el TC Pista y un futuro que, sin lugar a dudas, promete y mucho. El joven neuquino salió por primera vez a las pistas allá por 1999, cuando comenzó a competir en Karting, siendo campeón de la categoría Sthil 60 cc, y desde ese momento no paró más. Hoy, once años después, y a pesar de su corta edad, tiene numerosos galardones en su haber, un exitoso paso por Europa y un presente que ilusiona y pone en evidencia que su única meta sigue siendo el podio.

- La gran cantidad de récords que conseguiste con los kartings y tus primeros pasos por el viejo continente, fueron de gran importancia para tu carrera ¿Coincidís en que el momento de mayor trascendencia lo marcó tu participación en el selectivo de la Fórmula BMW?
- Sí, sin dudas. Ese fue un momento soñado en mi vida, porque verdaderamente nunca creí que iba a quedar entre los primeros cuatro. Si bien ya tenía algo de práctica a nivel internacional, había pilotos de todo el mundo y tenían mucha más experiencias que yo y eso me hacía dudar un poco. Pero por suerte se me dio, después pude firmar un contrato por dos años con la escudería Meritus. Y eso, si bien no lo pude disfrutar como quería, me abrió muchas más puertas.
- Éste iba a ser un paso muy importante en tu carrera, pero el factor económico te puso un freno y tuviste que dar marcha atrás. ¿Qué sentiste en ese momento?
- La verdad que fue muy frustrante, porque ya se había generado mucha expectativa y yo estaba muy entusiasmado. Pero el automovilismo es así, sin sponsors no hay piloto que valga y cuando te estás iniciando no es fácil encontrar respaldo. En un primer momento pude contar con el apoyo económico del gobierno neuquino, pero después las cosas se complicaron y tuve que rescindir mi contrato para volver al país.
- Sin embargo, no todo estaba perdido porque en 2007 se te presentó una nueva oportunidad y, en partes, te tomaste revancha.
- Totalmente. Al poco tiempo me tocó viajar a España para formar parte del Master Junior Fórmula y ahí quedé seleccionado entre los diez finalistas. Después tuve la suerte de salir primero en el Master Rookie donde el premio era una beca completa para competir en una fecha del Campeonato BMW español y eso me puso muy feliz. A pesar de que había viajado solo y no podía compartir ese momento con mi familia, fue algo muy positivo.
- Tu corta carrera deportiva siempre estuvo marcada por los desafíos, después de tu paso por Europa, incursionaste en el Top Race Junior y en la Fórmula Renault 1.6, pero este año pegaste el volantazo y apareciste en el TC Pista, nada más y nada menos, que de la mano de Aventín ¿Qué significó este cambio para vos?
- Es verdad, fue un cambio muy importante para mí y sé que tengo una gran responsabilidad por sumarme a esta categoría, pero el hecho de arrancar junto a Diego (Aventín) me ayudó y me ayuda a seguir sumando experiencia. Es el desafío más importante de mi carrera deportiva hasta el momento, pero creo que lo tomé con mucha tranquilidad. Trato de hacer las cosas bien y seguir creciendo siempre con la misma humildad y sacrificio, como cuando arranqué.
- Y los resultados de tu trabajo están a la vista porque hoy estas en la lucha por la Copa de Plata. Apenas arrancó la temporada, ¿te imaginabas tener estos resultados?
- No, nunca. Si bien trabajamos para esto y tratamos de rendir al máximo en cada carrera, jamás pensé que me iba a adaptar así de rápido. Creo que esto tiene mucho que ver con el auto que me dieron, que está súper desarrollado y con la calidad y el profesionalismo del equipo de trabajo.
- ¿Cuáles son tus objetivos de cara a lo que viene?
- Por el momento, la prioridad es seguir evolucionando, adaptándome al trabajo del equipo y seguir sumar puntos importante para dar pelea en los Play off. El auto funciona bárbaro y ojalá sigamos siendo protagonistas, creo que trabajamos muy duro a lo largo de la temporada y nos merecemos un buen cierre de año. A largo plazo, soy consciente de que si hago las cosas bien voy a poder llegar al TC más rápido, pero por ahora voy con cuidado.
 Decidido, perseverante, cauteloso y con los objetivos bien claros, Camilo Echevarría demuestra en cada una de sus actuaciones que lleva la pasión por los fierros en la sangre, pasión que no conoce de frenos, ni obstáculos. Aquella que le indica que, a pesar de todo, siempre hay una vuelta de tuerca más.