01 noviembre 2010

El padel y las nuevas promesas

UN RELATO SOBRE PASIÓN
Un joven y el padel

(Por Gonzalo Carrillo) Tal vez no muchos recuerdan aquella época en la que el padel vivió su gran esplendor. Miles de personas se lanzaban hacia la gran cantidad de canchas que había para practicar este deporte. Pero esa moda terminó, y hoy quedan pocos de aquellos establecimientos donde se jugaba. A pesar de ello actualmente hay un número importante de jóvenes que lo eligen como deporte de cabecera, más allá de que para algunos haya pasado de moda.

 Uno de esos casos es el de Federico Barrias, de 22 años, quien juega al padel desde pequeño. Heredero de esa época de furor de este deporte, comenzó a tomar entusiasmo y se dedicó de lleno a jugarlo. La pasión se hizo cada vez más grande, al igual que los inconvenientes para manejar los tiempos entre entrenamientos, viajes a torneos y el estudio durante su adolescencia. Barrias realiza una especie de análisis de todo lo que ha vivido junto al padel y sobre el futuro.
- ¿Qué fue lo mejor que te dio el padel hasta ahora?
- Y me dio mucha pasión. También alegría y competición. Pero además me ha dado muchos amigos, que eso es algo muy importante además de lo otro.
- ¿Cómo te ves en el futuro? ¿Cómo jugador o dedicándote más a enseñar el padel?
- Mi futuro en el padel la verdad que es algo que todavía no decidí, cosas que lo tengo que hacer ya. Pero voy a ir viendo con el tiempo y viendo cómo me siento mejor, si jugando o enseñando.
- ¿A qué edad empezaste a participar en los torneos?
- Empecé a competir en torneos a los doce años, en la categoría séptima, la más baja. No hace mucho que había empezado a jugar así que fue bueno para adquirir experiencia.
 El caso de este jugador es otro ejemplo de los tantos sobre deportistas que desarrollan un gran entusiasmo por una disciplina y la llevan adelante salteando varias dificultades, como el estudio o el tema económico para poder competir.
- ¿Tuviste que empezar a viajar mucho?
- Sí, a medida que iba creciendo tenía que ir a jugar a torneos que se hacían en otros lugares. Y al ser más competitivo también tenía que entrenar más duro.
- ¿Siempre tuviste que pagarte los viajes o recibías algún tipo de ayuda?
- A veces sí y a veces no. Depende del torneo, si por ahí te invitan o también de la posición en el ranking.
- ¿Tuviste muchas dificultades para acomodar los tiempos con el estudio?
- Y sí, un poco, sobre todo en la época de la secundaria. Sobre todo por esa cuestión de viajar y tener que entrenar mucho. Pero después tuve algunos años que no competí mucho y pude acomodar un poco las cosas.
 A pesar de las dificultades, nunca dudó en continuar a fondo jugando al padel. Ya desde chico, comenzó a jugar a los 8 años en un complejo que tenía su tío y a encariñarse con el deporte que lo acompañó durante varias etapas de su vida. El propio Barrias recuerda aquella época en que tomó por primera vez contacto con esta disciplina.
- ¿Qué fue lo que más te gustó del padel?
- Me llamó mucho la atención la gente que lo practicaba. También la competición que había entre todos. Pasa que soy muy competitivo y eso me atrajo más.
 Además de ser el momento en que comenzó con esta historia, Barrias recuerda esos primeros años porque allí fue donde vivió sus mejores momentos.
- ¿Cuál es el mejor momento que viviste jugando?
- El mejor momento de mi vida fue cuando jugaba en los seleccionados de menores. Era lo que más me encantaba y disfrutaba.
 Hoy, ya con 22 años y un largo camino hecho, el deportista continúa jugando sin importar el paso del tiempo. Este último fin de semana estuvo disputando el torneo de libres que se lleva a cabo cada año, esta vez con sede en Mar del Plata. La pasión permanece intacta. Además, ya sin obligaciones académicas, tiene una mayor libertad para dedicarse a lo que más le gusta.
 A pesar de que la época dorada del padel quedó en el tiempo, aún hay personas que mantienen viva la pasión por este deporte. Y es más destacable el hecho de que un joven como Barrias mantenga viva esa pasión.