TRABAJO A LARGO PLAZO
Los segundos adentro
(Por Nicolás Filomeno) El boxeo ha sido potencia nacional durante los primeros años de integración social deportiva. Pascual Pérez fue la cara visible del pugilismo argentino durante las primeras participaciones nacionales en los Juegos Olímpicos. Dentro del medallero, siempre fue notorio el aporte boxístico. En esta disciplina, lo táctico y lo técnico van de la mano producto de la gran preparación física por parte de los segundos o entrenadores.
Tanto en el amateurismo como en el profesionalismo, el segundo tiene un papel vital en los logros a largo plazo dentro del boxeo. "Es igual que el director técnico de fútbol pero en boxeo", explicó Anselmo Molina, segundo que preparó a Arnaldo Benítez, quien el sábado 30 de octubre perdió por decisión unánime en lo que fue la pelea de fondo de la velada llevada a cabo en el estadio de Vélez.
Dentro del mundo boxístico, la preparación física es el arma letal que utilizan varios púgiles a la hora de afrontar un combate. El claro ejemplo que nos identifica es el de Carlos Monzón, un boxeador preparado desde la agilidad y la técnica para sobrellevar peleas por títulos mundiales. Pese a ser un deporte fraccionado según el kilage de cada deportista, "en boxeo entrenan todos por igual", según Molina y "la preparación física es todo", explicó con convicción el segundo que tiene un respaldo de diez años en la profesión.
Táctica, técnica y resistencia. El boxeo es la suma de factores individuales que pueden ser perfeccionados con el correr del tiempo en base al entrenamiento diario y fundamentado por conocedores del deporte. El trabajo de gimnasio "es muy importante porque ayuda mucho", dijo Molina en relación al papel que toman los entrenadores en cuanto a la evolución del púgil.
La función del segundo se centra en la preparación absoluta del combate. La estrategia junto a las condiciones físicas son la causa del éxito boxístico y la consecuencia de una antesala laboral sin pausas tanto en el presentismo como en la obligación alimentaria.
"Para los pibes que se preparan para una determinada pelea, hay una dieta especial", manifestó Molina. Dentro del reglamento nacional de boxeo hay pautas a respetar. Cada división está supeditada al pesaje nato del boxeador en el momento de hacer jugar a la balanza para conseguir el permiso de la entidad reguladora. "Según cómo se prepara al pibe se le hace hacer una dieta o no", explicó el segundo. Con respecto a la alimentación, Molina recomendó "ingerir todo light" para no perder el peso estipulado que le permita competir por diferentes kilages y coronas. Dentro de detalladas pautas de entrenamiento, el segundo de Benítez confesó que para correr con ventaja en una nutrición adecuada "se debe desayunar y comer bien al mediodía" para que a la tarde al ingerir una fruta se reduzcan o equilibren calorías.
La función del segundo está afectada principalmente a las cuestiones estratégicas y físicas del boxeador. El entrenador es el encargado de la disposición de trabajo semanal y diario del deportista para encaminarlo al éxito dentro de un proyecto a largo plazo. "En el boxeo profesional tenés que preparar las peleas con dos o tres meses de anticipación", aseguró Molina. El salto a la soga, los abdominales y pegarle a la bolsa son los prinicipales trabajos de gimnasio para estimular la reacción y agilidad del boxeador.
En el espectro del box, los púgiles se caracterizan o diferencian por presentar marcados estilos. "La técnica se perfecciona, pero generalmente nace de uno", tiró Molina comparando el trabajo de un entrenador de fútbol con el de un segundo en el boxeo. Lo estratégico también forma parte de los factores fundamentales para conseguir la victoria en un combate. "Nosotros a los pibes les enseñamos cómo tienen que pegar, retroceder y cubrirse", dijo el segundo de Benítez, que perdió el sábado porque "se quedó sin aire en el tercer round", según Molina, que hizo así referencia a lo trascendental que es la resistencia dentro del deporte.
Es muy complicado llegar. Son contados con la mano aquellos que pueden disputar combates en forma profesional. La constancia es la causa principal del logro deportivo acompañado por un estilo fundamentado en convicciones estratégicas y físicas, producto de la mano de los segundos que trazan un paralelismo en el boxeo con los entrenadores de fútbol. "Sin el segundo no se puede boxear", finalizó Molina que continuará trabajando en silencio.