Entre amistad, buena
onda y rugby los chicos
estuvieron en Rosario
(Por Franco Chiesa) La postal del que conoce el predio Hugo Vercelli, la ciudad deportiva de Atlético del Rosario, es la de dos canchas de rugby y dos de hockey bien separadas. Pero el último domingo fue diferente, en vez de haber dos canchas había 18. Sí, 18. Es porque el sábado y domingo se disputó allí la XVIII edición del Encuentro Nacional de Rugby Infantil para M10 y M11. Los entrenadores de Santiago Lawn Tenis, Crar de Rafaela, Jockey Club de Venado Tuerto y Club Atlético San Isidro (CASI) y el presidente de Plaza, Alejandro Risler, hablaron sobre el encuentro y la organización del mismo.
El sábado a las 9.30 se dio inicio a una nueva edición del encuentro en el predio de Plaza. Las delegaciones de a poco iban llegando y se preparaban para vivir dos jornadas a puro rugby y camaradería.
Emiliano Coria, entrenador de Santiago Lawn Tenis habló sobre el evento: “Nosotros lo consideramos muy importante, es la cuarta edición que venimos con dos divisiones M10 y M11. Para nosotros es como una final porque el año prácticamente cierra acá. Cuando volvemos los chicos empiezan con todos los exámenes finales, es decir, le damos un cierre al año rugbístico”.
Tomás Di Luca, head coach de Jockey Club de Venado Tuerto dijo: “Estamos muy contentos por la cantidad de clubes, que les permite a los chicos integrarse con otros.
Te cruzás con clubes de otras provincias, de otros niveles y te ayuda a emparejar para arriba”.
El director técnico de Crar de Rafaela, en el medio del partido de su equipo frente a Club Brandsen, contó su sensación del encuentro de rugby infantil: “Hemos venido en varias ediciones y la verdad que siempre es lindo porque hay muchos equipos de todo el país y es muy competitivo. Se genera una relación de compañerismo y más a esta edad, que son menores todavía y conocen a chicos de otras provincias”. A su vez señaló un aspecto que le generaba disconformidad y era la poca duración de los partidos. “No estamos acostumbrados a jugar un tiempo de 10 o 15 minutos, nosotros jugamos comúnmente dos tiempos. Con uno solo no te da tiempo de recuperarte y cambiar el aire. Es una cosa que se debería mejorar”, expresó el DT de Crar.
Alejo Zeida, entrenador de la M10 del CASI habló sobre el torneo: “Con la M10 es la primera vez que venimos. Sabemos que el club venía todos los años, y hace tres que no lo hacía. El encuentro es espectacular y la organización no puede ser mejor”.
En cuanto a la preparación para realizar el viaje, en el que algunos clubes tuvieron que viajar más que otros, la mayoría organizó rifas en la cual los chicos las vendían y se sustentaban los gastos. En otros casos es el club el que les financia el viaje, un verdadero ejemplo de apoyo al rugby infantil y que la parte económica no impida al chico la posibilidad de conocer otra ciudad y otros jugadores de rugby. En el caso del CASI, tuvieron que dejar afuera a otros chicos por el cupo de jugadores. “La convocatoria fue normal, convocamos a los que venían siempre a las prácticas, todos ellos dijeron que sí y por eso vinimos con 42 chicos”, afirmó Zeida.
Alejandro Risler, el presidente de Atlético, se paseaba por las canchas saludando a entrenadores conocidos y viendo uno que otro partido en las 18 canchas. Después se dirigió al rancho para disfrutar una comida con referentes del rugby rosarino. Él contó la visión del club sobre el encuentro: “Estamos encantados, es algo que se hace desde muchos años, es el modo que tenemos como club de homenajear a una persona del club que fue importante para varias generaciones, Charlie Imbert y ver a 1600 chicos acá es una alegría”. También habló sobre el inicio del torneo y cómo surgió: “La primer edición tomó lugar por una inquietud de Gonzalo del Cerro y Juanchi Soljan, un ex jugador del club y un enorme entrenador de infantiles. Ellos dos decidieron crear un evento que reúna a las divisiones menores del rugby, y después de 18 años es hoy una fecha fija en el calendario nacional de rugby infantil”.
El principal objetivo del XVIII Encuentro de rugby infantil lo dijo Di Luca, del Jockey Club de Venado Tuerto. “Lo más importante del torneo, como le decimos a los chicos, no es el resultado sino la oportunidad de competir con otros e intercambio en el tiempo, la calidad humana y de rugby”, admitió el joven entrenador venadense.
Desde Sixty de Resistencia hasta el local Atlético del Rosario la mayoría de los clubes rugbísticos del país se dieron lugar en el Charlie Imbert, cuyo principal objetivo es la convivencia con otros chicos del país y pasar un momento más que grato con la ovalada de por medio.
