16 mayo 2011

El cubierto de Newell's en manos de los barras

Actitudes de los barras
de Newell´s en la mira
Los eventos que toman lugar en el Estadio Cubierto parecen
ser zona liberada para los barrabravas de la institución leprosa

(Por Pia Airoldi, Martín Bruno y Daniela Yamuni) El acontecimiento que genera esta investigación parece un tanto lejano. Tomó lugar en uno de los vestuarios del estadio cubierto de Newell´s, una vez finalizada la exhibición que protagonizó Juan Martín Del Potro junto a Fernando González, Horacio Zeballos y Eduardo Schwank, en noviembre de 2009. Tras pasearse con absoluta libertad por todo el estadio durante el evento, en el final de la noche los cabecillas de la barra del equipo rojinegro decidieron realizarle una "visita" al tandilense en busca de alguna "colaboración".

Lo cierto es que, pese a las comillas, el jefe de la barrabrava de Newell´s, Diego “El Panadero” Ochoa, se acercó al vestuario del tenista argentino para conseguir algo de dinero. Frente a la negativa de Juan Martín, y ante la atónita mirada de Fernando González, Ochoa se tuvo que conformar con algo de la indumentaria del tandilense y un par de autógrafos con la firma del campeón del Abierto de Estados Unidos. Tras lo sucedido, Del Potro se mostró muy ofuscado y aseguró que no volvería nunca más a Rosario. De hecho, la Torre de Tandil tenía planeado quedarse unos días en la ciudad, pero luego del desagradable momento que vivió en las instalaciones de la institución del Parque, decidió adelantar su viaje y regresar a su ciudad de origen lo más rápido posible.
Luego del revuelo que causó lo sucedido, las autoridades de Newell´s no tardaron en salir a lavar culpas. Con Guillermo Lorente como vocero, la institución leprosa se quitó todo tipo de responsabilidad en el asunto. Alegaron que al haber alquilado el estadio cubierto, la seguridad, organización y demás cuestiones quedaban a cargo de los organizadores del torneo, desligando a Newell´s de cualquier tipo de participación en el caso.
De cualquier manera, de este lamentable acontecimiento que tuvo como principal víctima a Juan Martín del Potro, se desprenden algunos interrogantes a tener en cuenta: ¿Qué responsabilidad tiene Newell´s en los eventos que se realizan en el Estadio Cubierto? ¿Cómo se maneja este tema desde el contrato de alquiler? ¿Realmente el club se desliga de todo tipo de responsabilidad en el mismo? ¿Por qué los barrabravas se manejan con tanta impunidad siendo que Newell´s no interviene en la organización de estos eventos?
Guillermo Lorente, presidente de Newell´s, desmitificó lo sucedido con el tenista tandilense en una conferencia que brindó en Tea el año pasado. “En ningún momento la barra fue apretar a Del Potro”, sentenció Lorente. Además, aclaró que él no avalaba esos actos y que no eran permitidos por la dirigencia. Pero sí afirmó que tiene buena relación con El Panadero y que es frecuente verlo por el club. Sin embargo, desde la propia organización del evento avalaron las declaraciones de Juan Martín.
Aunque la libertad que tiene la barra de Newell´s dentro de las instalaciones de la institución del Parque parece no tener límites, desde la dirigencia aseguran que una vez alquilado el Estadio Cubierto, el club se desliga de cualquier hecho que suceda dentro del mismo. En efecto, el gerente del club del Parque, Fernando Acato, manifestó que la seguridad es responsabilidad de quien alquila el estadio y no de Newell´s. Además, aseguró que “el club no avala lo que hagan o no los barras, todo lo contrario”. De hecho, explicó que “la institución apoya cualquier denuncia contra la barra”, en caso de que su conducta no sea la adecuada.
Otro testigo de los hechos ocurridos en noviembre de 2009 fue Pablo Morosano, actual abogado del club rosarino, quien no dudó al afirmar que “los inconvenientes producidos fueron totalmente ajenos al club”. Además agregó que la seguridad corría por parte de los organizadores del evento y que ellos no tenían responsabilidad alguna sobre el cuidado de los tenistas.
Teniendo en cuenta las declaraciones de la dirigencia de Newell´s, las cuales desligan al club de lo que suceda dentro de las instalaciones del cubierto cuando éste se encuentra alquilado, todo señala a los barras. Quedará a criterio personal analizar los hechos en busca de otros culpables, pero lo que sí es seguro y hasta el momento innegable es el poder que tienen los barrabravas en el país, un poder que crece en impunidad y en libertades, por ahora, incontrolables.