06 junio 2011

Alloggio: sangre joven en Los Pumas

Federico Alloggio con
22 años ya es un Puma
Tenía 17 años cuando se decidió por jugar al rugby en Duendes,
hoy tiene 22 y ya consiguió su primer título internacional

(Por Juan Ignacio Muñoz) Federico Alloggio empezó el camino del rugby  a los 17 años en Duendes Rugby club de Rosario. Fue campeón del torneo del Litoral, del Interior y Nacional. Hoy con sólo 22 y  después de una larga lesión fue convocado para jugar el Sudamericano y vistió por primera vez la camiseta de Los Pumas.

- ¿Te sorprendió la citación para jugar el Sudamericano?
- Si, la verdad que llegó en un momento después de una lesión, estaba volviendo a agarrar ritmo y cuando me confirmaron que ya estaba en la lista para el Sudamericano, fue una sorpresa muy grande.
- ¿Cómo te sentiste con la camiseta de Los Pumas?
- Bien, la verdad que increíble, cuando estás ahí cantando el himno, con todo el equipo es una experiencia increíble. Compartir un entrenamiento, unos días con jugadores de mucha calidad, muchos venían de ganar la Vodacom Cup, con Los Pampas XV en Sudáfrica, una experiencia inolvidable.
- ¿Sentiste mayor responsabilidad al tener la camiseta argentina?
- Si, uno por ahí no se da cuenta, pero se está representando un país. Con la cantidad de jugadores que hay en Argentina, estar en ese lugar donde todos  sueñan estar,  tener esta oportunidad es un orgullo, pero también conlleva una responsabilidad muy grande.
- Dentro del grupo, ¿cómo te hicieron sentir?
- Por ahí al principio costó un poco más, pero fui agarrando un poco de confianza, había dos chicos de Rosario, Román Miralles que es de mi club (Duendes), los primeros días estaba con ellos pero enseguida me integre, los chicos son todos muy buena onda, un grupo bárbaro, la mayoría ya se conocían, pero me pude integrar muy rápido.
- También se terminó cumpliendo el objetivo que se llevaron el título, imagino que es una alegría extra.
- Sí, seguro se pudieron ganar los partidos y conseguir el título que es un poco la responsabilidad. Nunca Argentina había perdido un Sudamericano, existía esa presión de ser el primer equipo de perder. Pero lo importante era jugar y hacer lo que nos pedían los entrenadores, fueron pocas prácticas antes de los partidos y sabíamos que era complicado plantear un buen sistema de juego pero la verdad que se logró bastante bien.
- ¿Qué balance hacés del torneo, tanto en lo individual como en lo grupal?
- En lo personal estoy muy contento por la experiencia, es algo muy lindo, cuando yo arranqué a jugar este deporte no me imaginaba estar vistiendo la camiseta de Los Pumas, ojalá que tenga la posibilidad de volver a vestirla. En cuanto a lo grupal, conocer a mucho jugadores con una calidad impresionante y la posibilidad de integrarte a ese sistema de juego es un desafío muy lindo.
 - Venías de una lesión larga y muy dolorosa. ¿Cómo te sentiste dentro de la cancha?
- La lesión ya quedó en el pasado por suerte me estuve entrenando bien y ya casi que estoy llegando a mi nivel, jugando los partidos de nuevo con Duendes, se puede decir que ya me olvide de la lesión.
- ¿Encontrás una diferencia muy grande en cuanto al nivel entre estos partidos con Los Pumas y los que jugás en Duendes?
- Sí, es otro tipo de juego otra velocidad, otra intensidad, cambia mucho la dinámica, si bien fueron pocas las prácticas que tuvimos y el equipo no llegó a consolidarse del todo, pero la verdad que si se siente. El cambio en la técnica del jugador, las destrezas, en este nivel se notan bastantes.
 Ya de grande, con influencias de la familia y de algunos compañeros, a los 17 años arrancó a entrenarse en Duendes y desde allí nunca paró de entrenar y de seguir creciendo hasta que hoy ya vistió la camiseta argentina.
 - Arrancaste a los 17 años a jugar, ¿qué se te dio por empezar a jugar?
- Vengo de una familia ligada al rugby, mis primos juegan y mis hermanos más grandes jugaron, yo fui el que más tardó en decidirse a empezar. Arranqué a los 17 casi 18, ya de grande. Y fue medio de casualidad, una vez me cruce con los chicos de mi división en un bar donde estaba con mi hermano, y me dijeron que empiece a jugar, que por mi altura y por las condiciones físicas que tenía les podía servir a ellos en el equipo y se me dio por empezar, agarré buena onda enseguida, un grupo bárbaro y acá estoy. Si a los 17 años me decían que iba a ponerme la camiseta de Argentina, ni loco me lo imaginaba, pero por ahí el esfuerzo de uno, el entrenar y ahora vivo esto que es algo hermoso.
- ¿Qué es lo que más te gustó que te decidieras seguir con  este deporte después de probar varios?
- Al principio el grupo tuvo mucho que ver, me hice muy amigo de todos los chicos, los entrenadores, muy buena gente en el club, me sentía muy cómodo creo que fue una de las claves para seguir con el rugby. Y después el deporte me gusto mucho, si bien mi familia jugaba, yo no conocía mucho, sólo lo básico, lo que se ve por la tele, y a medida que iban pasando las prácticas, me iba enganchando cada vez más.
- ¿Te cambió la vida después de arrancar con este deporte?
- Sí, soy un agradecido de todo lo que me dio el rugby, viajar, conocer gente y hacer amigos. Me cambió la vida para bien.
Para finalizar contó cuales son sus objetivos para lo que sigue en el año, pero está con los pies sobre la tierra y sabe que todo se va a ir dando.
- ¿Cuáles son tus metas cercanas y cuáles las lejanas?
- Ahora seguir metiéndole a full con Duendes, entrenado bien en el Pladar (Plan de alto rendimiento) haber si esta la posibilidad de una nueva convocatoria para Los Pumas, pero más que nada pensar en mi club, que habíamos arrancado un poco flojos pero ahora se va mejorando. pero ir tranquilo y pensando de a poco, más adelante se verá.
 Sin dudas Federico Alloggio seguirá creciendo y este torneo Sudamericano es la base de una gran pirámide. Con sus condiciones seguramente es uno de los potenciales para los próximos torneos que afronte el seleccionado argentino de rugby.