Un Carbonero que en
Rosario hace historia
Noé Tulio González es uruguayo pero de chico se mudó a Rosario
y comenzó sus primeros pasos en el boxeo. Ahora ya es campeón.
(Por Emiliano Chaui) Noé Tulio González tiene 30 años y llegó a Rosario por motivos laborales, y con el tiempo se convirtió en un rosarino más. La vida lo posicionó en el boxeo para salir de la problemática de la calle y en esta disciplina está consiguiendo grandes logros que lo están catapultando como un gran boxeador de la historia uruguaya, pero con corazón rosarino. El Carbonero ya consiguió el campeonato de plata de la CMB y ahora va por más: el título mundial.
- ¿Cómo comenzaste en el boxeo?
- Arranqué hace 12 años. Fue por un tema de salir de la calle. Cuando comencé me gustó y pensé “esto es lo mío”. Además me sirvió mucho para dejar todos los vicios (alcohol, cigarro) y gracias a que me enganché con la profesión pude dejar toda esa porquería. En las primeras peleas no me iba muy bien por estas cosas y de a poco fui avanzando y dejando todo porque esto me encanta. Yo vivía acá en Rosario y me inicié en lo de Lito Mulo, un veterano que me enseñó desde un principio. Para progresar he viajado a otros lados y hace un par de años que estoy en el gimnasio de Iván Protti. Además me fui a Uruguay para crecer y estoy trabajando en lo físico en Estados Unidos para cambiar mi manera de pelear y mejorarla aún más. Hace tres meses que estoy allá, también porque hay muchos sparrings para entrenar.
- ¿Cómo fueron tus primeras preparaciones físicas?
- Costó mucho porque uno no tiene noción de lo que es el boxeo, que te larguen a un tipo que te va a tirar golpes, se va a defender y no va a venir nadie a separarte como en la calle. Son tres minutos en los que tenés que combatir y defenderte sea como sea. El tema físico es complicado, lo más parecido con los otros deportes es hacer abdominales, nada más, lo otro no se parece en nada.
- ¿Por qué elegiste esta disciplina y no otra?
- Hice fútbol y por temas familiares no pude seguir. Era un pibe que me gustaba mucho el deporte. También jugué al básquet y después directamente dejé todo. Recién a los 20 me inicié con el tema del boxeo y pensé “voy a hacer esto porque me gusta y nadie me lo va a impedir”.
- ¿Lo tomabas como un hobby o un trabajo?
- Los primeros 20 o 30 días para ver, después arranqué de lleno con esto. Mi primer entrenador me preguntó por qué elegí este deporte y yo le expliqué que quería ser boxeador. De ese día en adelante me puse como meta sólo eso.
- ¿Cuál fue tu primera pelea?
- Fue el 24 de febrero del 2000, combatí con un compañero de gimnasio. Yo tenía un mes y medio en la disciplina, pero mi rival como un año. Peleamos, me ganó porque aguantó más que yo, que no contaba con estado físico. No había mucha noción en mí de lo que era realmente boxear.
- ¿Cuál fue tu primera pelea como profesional?
- Recuerdo que fue en Buenos Aires en el 2004 y gané por nocaut en el primer round. Cuando uno debuta como experto, te ponés otras metas. Es diferente porque la carrera como amateur no se mancha, pero si sos profesional siempre subís con la cabeza decidida a ganar.
- ¿Qué estadística tenés en ambas categorías?
- En amateur disputé 30 peleas, gané 20 y el resto empaté o las perdí. Pero como profesional tengo 28 peleas, una sola perdida por puntos ante Felix Sturm por el título del mundo y las demás todas ganadas, con 19 nocaut. Me ha ido muy bien en mi carrera como experto.
- ¿Tu fuerte es ser un peleador noqueador?
- No creo, aunque si se puede mejor, pero yo sé que si la pelea dura 12 rounds yo puedo aguantar todos los capítulos por mi físico. No sé si muchos van a tener estado para llegar hasta el fin de la contienda.
- ¿Qué diferencias hay en Estados Unidos con el boxeo local?
- En Estados Unidos estoy tratando de adaptarme a ese cambio. El boxeo argentino es más técnico y de tirar pocos golpes, estamos al revés de lo que es el yanqui. Ellos te piden que tires 150 piñas por round porque es lo que le gusta al público. Estoy tratando de aclimatarme a eso, porque mis características siempre fueron muy técnicas y de cuidarme mucho que no me peguen. Acá en Rosario yo estaba tirando 70 piñas, ya sea en la bolsa o haciendo guantes, la mitad de lo que ellos me están exigiendo allá. En la parte física no hay mucha diferencia, lo único que sí es distinto es el tema del guanteo. En Norteamérica hay muchos lugares para practicar boxeo y muchos colegas con los cuales podés entrenar.
- ¿Hay más apoyo económico en Estados Unidos?
- Se ve mucho esa diferencia allá, debido a la organización que tienen. Se nota que lo toman en serio. Yo estuve en un gimnasio en el cual realizaron una velada boxística donde pelearon chicos de 4 años en adelante. Es muy profesional y tienen todo para el boxeador, médico, ambulancia, lo que necesites.
- ¿En el deporte amateur hay apoyo económico?
- No hay dinero, la realidad es esa. No hay gente que te motive, los sponsors no te apoyan, por eso no levanta el boxeo. Hay poca gente que invierte en el deporte.
- ¿Cómo es tu mantenimiento físico y económico?
- Cuando termino de pelear descanso una semana y arranco a entrenar muy recreativo. Salto la soga, hago gimnasia y le pego a la bolsa. Si tengo alguna pelea, en base al tiempo que tengo empleo un plan de trabajo, más o menos 2 meses antes de un combate, sino sólo es aeróbico para no exigir el cuerpo. En lo económico por suerte estoy en una posición no muy buena pero mucho mejor que antes, cuando me inicié. Tengo la posibilidad de mantener a mi familia y puedo solventar los gastos que tiene el boxeo.
- ¿Cómo es el tema de los representantes en la disciplina?
- Los argentinos te hacen muchas promesas y juegan con tu necesidad, con que vos no llegás a fin de mes y saben que lo necesitás a él. Así está el boxeo en el continente, porque en Europa no pasa eso. Vos leés un contrato y te das cuenta enseguida. Mi primer vínculo que firmé avala más al contratista que al contratado. Tenía que cumplirle todo a él y no había nada que me avalara. En cambio cuando firmé con Sergio Márquez, me protegió todo a mí y yo enseguida noté la diferencia, porque si no te cumplen con algo establecido vos podés rescindir el contrato y es una ventaja para el boxeador.
- ¿Mejor momento o tu mejor recuerdo?
- Mi mejor momento fue cuando me enfrenté con Mariano Carrera, campeón del mundo en la categoría mediano de la Asociación Mundial de Boxeo, en el Luna Park. Porque pensaron que era un trámite e iban a festejar. Unas 10 mil personas que me querían matar y me silbaban. Después cuando yo lo tumbé, todo el público quedó en silencio y al finalizar todos me aplaudieron. Yo defendía mi título AMB latino, pero no tiene importancia. Mi mayor logro era pelear con él y ganarle. Gracias a eso se me abrieron muchas puertas.
- ¿Cuál fue tu peor momento en la disciplina?
- Cuando vengo de combatir en Alemania me enteré que no podía pelear más. Un montón de excusas para sacarme del medio. Fue eso lo que siempre quisieron hacer algunos representantes de boxeadores de acá y de afuera también, para seguir con su negocio. Me acusaron de tener problemas en la vista y que no podía combatir más. Contraté abogados para que me dejaran pelear y probé con los estudios que no tenía nada y volví al boxeo. Casi dejo todo por toda la mierda que hay en esto, por el lado de los empresarios, promotores. Todas estas personas que lucran con la necesidad de los competidores.
- ¿Cómo es el apoyo de la gente de Rosario?
- Me adoptaron como rosarino, siempre me apoyó todo el mundo. En lo que necesité me ayudaron sin pedirme nada a cambio. Tengo mucho afecto hacia ellos y la gente hacía mí.
- ¿Cuál fue tu pelea más importante como amateur?
- Yo la tomo como más importante porque era mi sexta pelea y la de mi rival la número 50. Él si ganaba se hacía profesional, pero le gané en el segundo round y lo retiré, por así decir, todo eso sin saber de la magnitud que el combate tenía para él. Fue algo increíble para mí, porque me llevaron para que el loco me gane tranquilamente y le salió todo al revés. Con Felix Sturm hubiera sido otro combate si estaba mejor entrenado. Yo entrené sólo 10 días y tuve a mí señora internada. La pelea era por el título del mundo de la AMB. Peleamos, me ganó bien, pero nadie sabía que le iba a aguantar 12 rounds al campeón del mundo. Pero esa noche subí más a sobrevivir que a ganar. Yo tenía la cabeza en otra cosa, con mi mujer internada, mis hijos chiquitos, pero no le busco excusas a eso.
- ¿Que posición ocupás en el ranking mundial?
- En el mundo ocupo el 30. En el Consejo Mundial de Boxeo el tercero. Gracias a esta posición estamos por competir por el título del mundo, ya estoy ahí cerca de llegar a mi objetivo. En las otras organizaciones estoy entre el puesto 15. Y mi máxima posición fue en el 2008 que llegué al número 27 del mundo.
- ¿Por qué título competiste este año?
- El CMB de plata, es el que me posicionó en el puesto número 3. El 9 de enero gané este título que estaba vacante y ahora lo defendí el 13 de mayo. Además antes de fin de año o en enero voy a competir por el campeonato mundial que es para lo que me estoy preparando.
- ¿Cuál es tu próxima pelea?
- En septiembre peleamos y después en noviembre o diciembre otra. Y según los resultados voy a competir por el oro, ya que mi campeonato CMB de plata me catapultó a competir por mi objetivo, el título mundial.