La familia Abad y su
pasión por los autos
Hace unos 35 años fue el padre quién empezó con el tema
de los autos. Hoy, los hermanos continúan con la historia
(Por Maximiliano Quintana) Tienen 28 y 30 años. Heredaron de su padre la pasión por los fierros. Son los hermanos Sebastián y Carlos Abad. Tienen la base de su taller mecánico en el macrocentro de la ciudad de Rosario, lugar en el que llegan decenas de vehículos por día para adquirir sus servicios. Y es en ese taller dónde también se preparan autos de carrera nada más y nada menos que para el Turismo Nacional y el Turismo Santafesino 1800. En la charla con Deportea, fue Carlos, el menor de los hermanos, quien contó detalles de su profesión y tomó postura por un tema muy polémico en Rosario: la habilitación del autódromo.
- ¿Y en qué momento te diste cuenta de que era lo tuyo el tema de la mecánica de autos?Desde chico. Imagínate que me crié en medio de autos y de motores. Lo mismo que mi hermano. Crecimos en el taller de mi papá. Imposible que no te gusten los autos. Recuerdo que mi viejo, después de algunos años, empezó a preparar autos de carrera. Eso a mí me volvió loco, me encantaba. Pasábamos los fines de semanas enteros en los autódromos. Y en la semana también íbamos bastante porque había que probar los autos. Ahí hice el click y me di cuenta que esto era lo que quería hacer cuando fuera grande, era de lo que quería vivir. Hasta que pude terminar la escuela y me decidí a estudiar la mecánica de los autos. Igualmente ya la tenía bastante clara, vivía con mi viejo en el taller.
- ¿Allí fue que empezó esa pasión familiar por los autos?
Mi viejo fue el que arrancó con todo esto, hace ya 35 años. Siempre le gustaron los autos a él. Muchas veces nos contó a mi y a mi hermano que, con tan sólo diez años, experimentaba arreglando el auto de un amigo. Después creció, pudo estudiar el oficio y, con mucho esfuerzo, se armó su primer taller, que es dónde estamos instalados nosotros hoy.
- ¿ Cuándo te independizaste de tu papá y te pudiste instalar tu propio taller?
Más o menos a los 20 o 22 años. Terminé de estudiar la profesión y mi viejo me regaló el taller. Él ya estaba cansado, no quería saber más nada. Aparte había nacido mi hermanito más chico, así que ésa fue la excusa perfecta para que me dejara todo a mí. Y ahí arranqué. Después se me acopló mi hermano Sebastián también, un genio de la mecánica, que nunca estudió, pero sabe más que yo, sin dudas. Igual nuestro gran maestro es mi papá. Nos ayuda mucho siempre. Es más, todavía sigue enganchado con el tema de los autos. Se pasa las horas acá en el taller.
- Dijiste que tu papá preparaba autos de carrera, ¿vos también haces lo mismo ahora?
Si. Es algo que me apasiona muchísimo. Tengo un equipo de trabajo propio, Abad Competición, que se dedica a preparar autos del Turismo Santafesino 1800 y del Turismo Nacional. De hecho, somos los únicos que nos dedicamos a los autos de carrera en Rosario. No hay otro taller que se encargue de preparar autos para correr en categorías tan importantes.
¿Es más fácil o más difícil de preparar un auto de carrera?
Es más complicado, mucho más difícil que los autos de uso cotidiano. Para preparar un auto de carrera hay que tener en cuenta muchos factores, tales como el clima, la temperatura, el estado de los circuitos, las características de los pilotos, un montón de cosas. Aparte hay que respetar cuestiones reglamentarias, como el peso del auto, la compresión, la medida del chasis. Sin dudas, que es mucho más complejo y costoso un auto de carrera que un auto común. Y, además, siempre corres el riesgo de que en una mala maniobra el auto quede destrozado en un segundo.
- Se habla de que se va a remodelar el autódromo de Rosario para que pueda ser habilitado, ¿cuál es tu opinión con respecto al tema?
Realmente es una vergüenza que una ciudad tan importante como Rosario no tenga un autódromo propio. Hay muchos intereses de por medio y también es una cuestión inmobiliaria, sin dudas. Los que habitan la zona del autódromo no quieren que éste funcione allí. Pero tienen que comprender que cuando ellos se fueron a vivir ahí, el circuito ya hacía años que estaba en ese lugar. Ojalá que se pueda solucionar todo y tengamos un autódromo en Rosario. Los que nos dedicamos a esto tenemos que ir a probar los autos a San Jorge, donde está el autódromo más cercano. Y somos muchos los que estamos en el tema, no sólo yo, sino millones de pilotos de la zona que se tienen que ir lejos para poder practicar y ensayar con los autos.