29 agosto 2011

Tenis en polvo de ladrillo

EL SUELO FORMA UN ESTILO
El deporte blanco se
tiñe de color naranja
El polvo de ladrillo es la mejor superficie para aprender a
jugar al tenis y es ampliamente la más utilizada en Argentina

(Por Nicolás Gabetta) Es la “tierra americana” para los estadounidenses, se la conoce como “tierra batida” en España y cualquier sudamericano la podría identificar simplemente como “arcilla”. Pero si en Argentina nombran las palabras “polvo de ladrillo”, cualquier persona las relacionará rápidamente con las canchas de tenis que se encuentran por todo el país.

Más allá de que las superficies para practicar el deporte varían bastante, el tenista argentino (como así también el español) aprende a jugar al tenis sobre polvo de ladrillo por ser la superficie que predomina ampliamente en el país. Al mismo tiempo, los estadounidenses y los europeos comienzan a desenvolverse en canchas rápidas. Este detalle marca mucho en el estilo de cada jugador. “Fijate que los tenistas que comienzan a jugar en canchas lentas como Nadal, Ferrer, Mónaco o Nalbandian se caracterizan por ser buenos de piernas y de fondo de cancha, mientras que Federer, Blake o Roddick tienen mejor saque y volea”, señaló el profesor de tenis Walter Ibarra.
“El pasto es para las vacas”, dijo Guillermo Vilas tras quedar eliminado de Wimbledon en 1974. La frase fue reutilizada por el chileno Marcelo Ríos en 1997, cuando le pidieron una definición sobre el mismo torneo. Lo cierto es que el tenista sudamericano aprende a jugar en una superficie distinta a todas, más allá de que después se pueda adaptar al cemento, carpeta o al césped mismo, como hoy lo hacen los argentinos que triunfan en el exterior, sin dejar de lado que Roland Garros, el único Gran Slam de polvo de ladrillo, siempre será el gran anhelo de cualquier raquetero argentino.
“Desconozco la razón por la que en nuestro país hay muchas canchas de polvo de ladrillo, pero la verdad es que al ser una superficie más lenta es mucho más fácil jugar”, apuntó Germán Riganti, dueño de un predio con dos canchas y practicante de la actividad. Además dijo que “el mantenimiento es un poco más costoso que en una cancha de cemento”, ya que “hay que estar continuamente renovando y asentando el suelo”. Sin embargo, dijo que los profesores le sugirieron este tipo de cancha porque es mucho más sencillo aprender a jugar al tenis ya que el juego, al tener un ritmo más lento, permite armar mejor los golpes para impactar la pelota. Por otra parte, comentó que “tener una cancha de césped es casi imposible” debido al “constante trabajo que se le debe realizar” y a que “si no la tenés impecable, no se puede utilizar”
A pesar de que predomina el suelo naranja en Argentina, los jugadores con mayores aspiraciones a dedicarse profesionalmente al deporte tienen la posibilidad de disputar partidos en todos los tipos de cancha. “Jugué en cemento y en polvo de ladrillo, pero como tengo un estilo de fondo de cancha se me hace muy difícil adaptarme a otra superficie”, explicó el tenista Jonatan Mazzola. Además contó: “Jugar en polvo de ladrillo te permite tener mejores desplazamientos, porque en cemento se te hace mucho más difícil patinar y eso te puede causar problemas en la rodilla”. Al mismo tiempo, Mazzola comentó que le gustaría pasar por absolutamente todas las superficies para determinar donde se siente más cómodo pero dejó en claro que le va a ser muy difícil desplegar su juego en otro tipo de cancha.
Jugadores, profesores y entrenadores la definen como la superficie donde mejor se adaptan. Pero tanto la historia como el presente indican que la cancha de arcilla es la cuna del tenista argentino y la forjadora de su estilo de juego.