Víctima de una
terrible mala praxis
Leandro Noguerol, que estuvo poco más de 2 años sin jugar al
básquet, soportó una fallida operación de médicos españoles.
terrible mala praxis
Leandro Noguerol, que estuvo poco más de 2 años sin jugar al
básquet, soportó una fallida operación de médicos españoles.
(Por Javier Echezarreta) Leandro Noguerol, de 24 años, es un jugador de básquet que actualmente milita en la primera división de Atalaya, club que participa de la Liga Rosarina y que hoy se encuentra en la segunda colocación del torneo. Pese a que hizo referencia al buen momento en lo personal y en lo grupal, el pivote contó también que tuvo que pasar por momentos malos, sobre todo con una lesión que lo obligó a dejar de lado por un largo tiempo la actividad deportiva, situación agravada por una mala praxis de parte de médicos españoles. Además comentó cómo se inició en el básquet, habló de su paso por el viejo continente y reveló sus expectativas para el futuro.
Para comenzar, Noguerol definió cuáles son sus principales características como jugador: “Unas de mis virtudes en ataque es el tiro de frente al aro, no tanto de espalda. Y en defensa trato de hacer lo máximo posible utilizando mi envergadura”. Por otra parte, y en cuanto a sus inicios, admitió que en la etapa de su niñez tuvo un proceso complicado que estuvo caracterizado por la indecisión a la hora de optar por practicar un deporte determinado, hecho que es recomendado y de vital importancia, sobre todo en esa primera etapa de la vida. “Empecé jugando al básquet, pero de entrada no me convenció del todo. Entonces probé con el fútbol, pero los que me vieron jugar se dieron cuenta que no era lo mío”, deslizó entre risas, y completó: “Decidí volver a practicar básquet y comencé en Tiro Suizo, un club que quiero mucho, y ahí estuve desde los 5 hasta los 17 años”.
El pivote, que tuvo un breve paso por un club del pueblo Elortondo, a los 18 años emigró a Europa, más precisamente a España, en donde residió durante un lapso de 3 años. “En ese momento era muy joven y más que por ir a jugar al básquet fui por el hecho de hacer la experiencia, que en realidad fue muy buena, conocí una cultura diferente y me sirvió mucho para crecer como persona”, resaltó el jugador, que durante ese tiempo se desempeñó en un club de Menorca, que es una de las Islas Baleares, ubicada al noreste de Mallorca, la isla principal. Además profundizó acerca de cómo se lleva a la práctica el básquet en aquel lugar y comentó: “Allá los jugadores son mucho más técnicos y también es más amplio el mercado porque en cualquier división hay jugadores de toda Europa, de Brasil y de muchas otras partes. También en general son más grandes (de estatura) que acá y hay muchísimos clubes de básquet, porque se le da una gran importancia a este deporte”.
Igualmente destacó las características del básquet nacional, resaltó que “en Argentina es mucho más luchado porque se defiende siempre con las manos” y valoró su paso por el viejo continente: “Me cambió el juego, además siempre rescato la experiencia desde lo personal”.
Pero no todo fue positivo para Noguerol en su excursión por España, ya que durante ese tiempo le tocó sufrir unas de las peores situaciones en cuanto a lo deportivo, una dura lesión, que para cualquier jugador es siempre un escenario traumático que produce muchas dificultades y que generalmente es difícil superar de forma total. “Durante el transcurso de un partido me rompí los ligamentos cruzados”, explicó el jugador. Pero eso no fue lo peor, ya que después de afrontar la cruda realidad fue víctima de una mala praxis por parte de los médicos españoles a la hora de realizar la operación. “Me operaron mal y estuve dos años sin jugar”, se lamentó el pivote, que aclaró que se tuvo que volver a operar en la Argentina y recién luego de una larga recuperación pudo volver a la actividad. Su regreso fue para recalar en Atalaya.
Por último, Noguerol se refirió a su presente y, con total franqueza y humildad, aclaró que no tiene demasiadas pretensiones ni ilusiones con respecto a su futuro dentro del básquet: “Estoy muy cómodo acá (en Atalaya), quiero terminar este año y tratar de clasificar al cuadrangular final para poder salir campeón. Después veré si sigo jugando, pero la verdad es que no tengo ningún interés, ni otro tipo de ambición”. Para finalizar, reveló que tiene un pequeño deseo para el final de su carrera dentro del deporte y lo manifestó: “Lo que sí quiero es algún día poder retirarme en mi club, Tiro Suizo”.