05 septiembre 2011

El tenis puede ganarle al clima

Berrini el campeón.
Plaza fue el lugar.
El viento el rival


(Por Diego Pairola) Como cada fin de sanana se volvían a disputar partidos del torneo abierto de tenis que organiza la Asociación de tenis de Rosario. Y este domingo el Club Atlético del Rosario fue el lugar elegido. Pero además de los jugadores, público, organizadores y prensa, el viento se sumó a la jornada. Un rival que nadie esperaba y que le puso pimienta a los partidos.
La actividad en Plaza comenzó cerca del mediodía. El cielo estaba de color gris y la temperatura era ideal para la práctica del deporte. Pero el viento empezó a hacer de las suyas. Primero llenó las canchas de hojas y el polvo de ladrillo se levantaba y metía en los ojos a los jugadores. Las hojas, por su parte, fueron imposibles de sacar a lo largo de la jornada.

Pero sin importarle los factores climáticos adversos, Daniel Muntame y Diego Albertengo saltaron a la cancha. A tratar de vencer al viento, primero, y después quedarse con el partido y el pase a la ronda siguiente. Con un juego prolijo, golpes justos y un buen dominio del viento, factor clave para quedarse con el partido, Albertengo se llevó la victoria por 6-2; 6-2 y el pase a semifinales en la categoría primera para mayores de 35 años.
Después de este partido se venía el plato fuerte del día. La final de la categoría 1º para mayores de 45 años. Y ahí estaban Gustavo Berrini y Gerardo Zapata en busca del trofeo. Para el mediodía el clima era diferente. El sol se hacía sentir y ya amagaba con salir, aunque el viento seguía presente y dificultando el buen tenis que suelen ofrecer estos partidos.
Ambos jugadores eligieron la misma estrategia para disputar el partido. “Lo importante es pasar la pelota del otro lada de la red”, aseguró Berrini antes del partido. Y eso hizo en un principio, hasta que se amigó con el viento y empezó a verse algo del tenis que demostró a lo largo del torneo. Además del viento, las canchas estaban extremadamente secas y esto también dificultó un poco su juego. Pero se pudo acomodar a todo esto y se quedó con la gran final del día.
Por la tarde, la cosa fue diferente. Mucho público se había retirado del club y llegaban los socios, que miraban de reojo lo que pasaba en las canchas de tenis. El sol apareció para ponerle un poco más de calor a los partidos que se jugaban después del mediodía, pero él nunca se fue: el viento estuvo presente en toda la jornada tenística y fue protagonista en las instalaciones de Plaza.