No siempre la pasión
es suficiente para hacer de
los sueños, realidades
(Por Gabriela Martin) Cuando de chico sus padres le preguntaron qué deporte le gustaría practicar, Agustín Medei tuvo muy en claro que la raqueta formaría parte de su vida. Con sólo seis años comenzó a practicar tenis en el Club Náutico Sportivo Avellaneda, para convertirse en uno de los tantos chicos argentinos que sueñan con vivir profesionalmente de dicho deporte y, por qué no, jugar un Grand Slam.
- Luego de tu etapa como Junior estuviste entrenando y jugando en Francia torneos Futures, ¿cómo evaluás esa etapa?
- El entrenamiento y el nivel en Francia es muy bueno, mejoré mucho allá, aunque tuve una lesión durante los futures que jugué en París. Algo que me gustaría combinar, es el entrenamiento entre el país europeo y acá, en Argentina, porque jugar en cancha rápida me ayuda a mejorar muchas cosas.
- Esa lesión fue la misma que te impidió continuar en la Qualy de Venezuela, ¿es así?
- Sí, fue una lesión en la espalda que me imposibilitó jugar los cuatro partidos que tenía por disputar en Venezuela y de los cuales sólo pude jugar uno. Luego tuve que parar dos meses, y cuando decidí regresar a Argentina, en vez de volver a Francia, me salió la oportunidad de irme a Miami.
- ¿Qué podés destacar de tu paso por la ciudad estadounidense?
- Fue muy interesante mi paso por Estados Unidos porque jugué dos Futures en enero, en los que me ‑fue bien, y lastimosamente perdí en la última de las Qualy. Lo bueno es que en Miami, los cuadros son de 128 y el nivel es muy duro. Quedar entre los primeros 60 es una muy buena posición. Después de eso estuve entrenando allá, hasta que se me hizo imposible poder seguir sosteniendo los gastos y tuve que recurrir a la búsqueda de sponsors.
Una de las pautas primordiales para mantener una carrera tenística es encontrar un sponsor para poder mantener los viajes, estadías, viáticos, etc. Hace sólo unos meses Medei hizo público vía twitter que estaba buscando un sponsor pero no logró conseguirlo.
"No se pudo conseguir nada, y por el momento dejé de buscar. Hasta ahora sigo gracias a los interclubes, y a los torneos dentro del país, a los cuales estoy pudiendo viajar. El apoyo económico es muy importante para todo, en mi caso, hubiese sido bueno ya que hubiera podido continuar con mis giras y seguir viajando con mi entrenador. Las giras se hacen más llevaderas y más ordenadas en todos los sentidos, con nuestro coach al lado, no es una cuestión de capricho, sino que muchas veces se cometen muchos errores, los cuales está claro que no los cometemos a propósito.
- Deteniéndote un segundo en tu carrera como deportista, ¿podrías establecer pro y contras de esta profesión?
- Personalmente lo bueno es que uno está haciendo lo que le gusta, siempre estamos en busca de un sueño. Conocemos muchos lugares, aunque a veces, vayamos del club al hotel y del hotel al club. Conocemos mucha gente buena, interesada, mala y gente tan loca como nosotros. Aprendemos a manejarnos fuera de casa y a rebuscárnosla para lo que necesitemos. En cuanto a los contra, lo más difícil es estar lejos de todo: la familia, novia, amigos, conocidos, todo. Dejamos muchas cosas de lado, por ejemplo cuando ves fotos en las que están todos menos vos. Realmente hay cosas que cuentan y a veces duelen mucho, pero es lo que elegimos y sabemos que es así. Lo malo, es que cada semana te das un golpe, es decir, todas las semanas que jugamos si no ganamos el torneo, estamos perdiendo, sea en primera ronda, semifinal o en la final, perdés. Eso lleva a bajonearse muchas veces, pero es así, al otro día tenemos que volver con todo y seguir dándole para adelante.
- ¿Sentís que lo que te sucedió en tu trayectoria es un empezar otra vez?
- Sí, sin dudas que lo es. Fue muy difícil aceptar que todo lo que logré en muy poco tiempo, prácticamente se desmoronó en segundos. Pero, por suerte, conté con profesionales al lado que me ayudaron, y sobre todo el apoyo incondicional de mi familia.
- En pocos días volvés a competir en el torneo de interclubes, ¿cómo te preparás para ese momento?
- Lo espero con muchísima ansiedad, no veo la hora de estar dentro de la cancha y devorarme al rival. Nunca mejor refrán de que “un tropezón no es caída” y creo que este es mi momento para volver a ponerme de pie.
- ¿Un sueño por cumplir?
- Volver a sumar puntos ATP, y pelear algún día una final de Grand Slam.
Alimentó su carrera con sueños y la faz económica truncó sus objetivos primarios. La actualidad le presenta una nueva oportunidad para conseguir lo que se propuso desde chico que fue dedicarse y poder vivir de lo que más ama, el tenis.